Las principales editoriales japonesas han iniciado una campaña en contra de la piratería. Bajo el lema “STOP! Piracy Edition” (traducido al español como “¡alto a la edición pirata”), Kadokawa Shoten, Kodansha, Shogakukan y Shueisha, ha empezado la distribución de información y datos relacionados con el impacto de la piratería en la industria.
Según el sitio web de la campaña, páginas que distribuían ediciones piratas como FreeBooks o Mangamura recibían un total de 17,6 y 160 millones de visitas al mes, respectivamente. Aunque actualmente ambas están cerradas, según la página las ganancias de estas webs alcanzaban cientos de millones de yenes de ganancias al mes a través de la publicidad.
Otro tipo de sitios piratas que se mencionan en la página de la campaña se trata de “leech sites” y cuya existencia está amparada legalmente. Son sitios cuyo beneficio se basa en bloqueadores que permiten la descarga de archivos. Son sitios que permiten al usuario buscar cualquier tipo de manga y, una vez encontrado, son dirigidos a una página externa donde están alojados tras el previo paso por un bloqueador. Actualmente, las editoriales están luchando por cerrar este tipo de webs.
La principal forma de lucha contra estos leech sites es la eliminación del archivo en las propias bases de datos donde se encuentran alojados para su descarga. En octubre de 2017, las editoriales habían logrado eliminar 33.000 archivos y, en 2016, llegaron a eliminar 430.000. Sin embargo, la mayoría de estos volvieron a ser subidos a la web tras su eliminación.
Otra forma de pirateo que documental es la subida de capítulos de manga a Youtube aprovechándose de los beneficios por publicidad de la plataforma de vídeo. Aunque las dos principales cuentas de Youtube de este tipo de piratería fueron eliminadas en 2017, hasta entonces habían ganando un total de 379 millones de yenes.
También listan programas de descarga tipo peer-to-peer como Winny, Share, Perfect Dark y Cabos, las más comunes en Japón. Aunque no son tan habituales debido a que hay que descargar software y ser una principal fuente de virus para la computadora. A través de este tipo de descarga pudieron localizar a aquellos usuarios que habían estado compartiendo material pirata y detenerlos.
Desde el lanzamiento de la web STOP! Piracy Edition, varias revistas han mostrado su apoyo a la iniciativa a través de las redes sociales. La cuenta de la Weekly Shônen Champion de Akita Shoten compartió una imagen con los protagonistas de Yowamushi Pedal de Sakamichi Onoda y el manga de Baki con el logo de la campaña. Lo mismo hizo la cuenta oficial del manga y el anime de Bungo Stray Dogs acompañado del siguiente mensaje: “Utilizar sitios piratas no solo afecta a las ganancias de los mangakas, sino también afecta a los usuarios”. Otro anime que se sumó a la campaña fue Sailor Moon como se pudo ver a través de su cuenta de Twitter y pidiendo a los fans que dejaran de utilizar sitios pirata para leer manga.
El pasado mes de junio, Shogakukan había iniciado la campaña en solitario bajo el lema “NO! Piracy & Illegal Website” (traducido como “¡No a la piratería y sitios ilegales!”). Con ella pretendía erradicar este tipo de sitios publicando anuncios y carteles en todas las revistas y medios digitales de la editorial.
En abril tuvo lugar el cierre de Mangamura, uno de los principales sitios piratas tras las continuas denuncias de las editoriales japonesas. Incluso hubo varias detenciones policiales por actividad criminal. Desde su cierre varios autores han visto aumentados sus beneficios gracias a que, según ellos, muchos lectores pasaron a leer manga de manera legal. Autores como Toriko Gin (Kakaru Sora no Ne), Sakuya Amano (Gosick) o Mitsuru Yuuki (Shonen Onmyouji) agradecieron a los lectores su apoyo tras ver cómo sus ingresos aumentaron el año pasado.
Fuente: Ramen para dos
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