La administración de Donald Trump podría ir aún más allá en su guerra comercial con China. La campaña Estados Unidos, que sigue presionando al país asiático con nuevos impuestos y aranceles en sus exportaciones, podría aumentar el precio de las consolas hasta un 25% en los próximos años.
Una guerra comercial que podría afectar al bolsillo del consumidor
El actual presidente norteamericano ha propuesto en la cámara de comercio una nueva batería de impuestos que podrían recrudecer aún más la tensión entre los dos países. Las nuevas medidas afectarían directamente a la consolas de videojuegos y otros bienes de consumo electrónicos, que verían como su precio final ascendería hasta el 25%. Esta tarifa, que se aplica a todos los productos que llegan a Estados Unidos desde China, sería una nueva medida de presión y podría acarrear importantes sacudidas en el bolsillo de los consumidores.
No obstante, Microsoft, Sony y Nintendo fabrican y producen sus consolas en China. En los últimos años, únicamente Microsoft ha sabido diversificar el suministro de componentes desde otras partes del mundo, ya que el gigante de Redmond tiene instalaciones y fábricas localizadas en Singapur, Sudamérica y otras regiones como la India, que ayudarían a aliviar las tenazas de la administración Trump. Esta guerra abierta de Estados Unidos con China se ha cobrado la primera víctima, el fabricante de móviles Huawei, uno de los más grandes del mercado de los smartphones.
Esta guerra abierta de Estados Unidos con China se ha cobrado la primera víctima, Huawei
¿Cómo afectará al consumidor a corto plazo? Se desconoce. El precio de las actuales consolas no debería verse afectado, ya que las unidades ya están adjudicadas y disponibles para la venta, algo que demuestra que han cumplido con la ley de impuestos actual. Sin embargo, en el futuro, de no resolverse este conflicto, sí se podrían ver aumentos en el coste de las futuras consolas. Desde la ESA (The Entertainment Software Association) han calificado la medida como draconiana y muy dolorosa para la industria, que podría tardar años en recuperarse. "La industria de los videojuegos cuenta con un superávit comercial para la economía estadounidense. Las tarifas perjudicarán a la economía estadounidense, sus industrias y sus consumidores", explicaba un portavoz.
La propuesta de Trump y su gabinete se aprobaría en junio. Sin embargo, todavía hay esperanzas. China y Estados Unidos estarían negociando un acuerdo para evitar esta escalada. De forma tradicional, las amenazas de aranceles son parte de una dura batalla comercial entre ambas potencias y hay negociaciones abiertas a múltiples niveles, por lo que todavía no se sabe qué medidas pueden tomarse de un lado ni de otro ni cómo una de esas medidas activaría un efecto dominó que acabe arrastrando a las demás.
Fuente: Vandal
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